La UNESCO en su “Informe mundial sobre el aprendizaje y la educación de adultos” (2010), señala que la formación permanente o aprendizaje a lo largo de toda la vida, debe generar una educación “sin límites”, lo cual se traduce en brindar oportunidades flexibles y pertinentes para desarrollar el conocimiento y adquirir las competencias y actitudes que los adultos necesitan para todas las etapas de su vida.